domingo, 17 de julio de 2011

La Madre y Señora de todos los Villeros procesionó con su excelsa presencia por las calles de la Villa.

Y llegaba el día, y como vino, pasó. Pero nos dejo a todos los villeros el sabor dulce de la ternura de una Madre, el olor exhuberante del incienso, y la belleza de Ntra. Sra. del Carmen aún en nuestras retinas.

El 16 de julio, como cada año, volvió a ser uno de los días más especiales para la Villa de La Orotava. La Virgen del Carmen recibió la veneración de miles de fieles que a lo largo de toda la jornada rezaron ante su altar, y tributaron a su Madre la mejor de sus oraciones.

La Solemne Concelebración Eucarística comenzó a las 7:30 de la tarde, y estuvo presidida por el Rvdo. Don Daniel Padilla Piñero, Vicario Judicial y Superior General de la Orden Bethlemita. Su predicación estuvo centrada en el papel que la Virgen María juega en la sociedad actual, en cómo los cristianos debemos fijarnos en Ella para defender los valores de la fe, y hacer del mensaje de Cristo un modo único de vida cristiana. La parte musical de la celebración estuvo a cargo de la Coral "Liceo de Taoro" de La Orotava, contando con la asistencia de la Venerable Cofradía de Ntra. Sra. del Carmen Coronada, las representaciones de las distintas Hermandades y Cofradías de La Orotava, y las Autoridades locales.

Petalada, anoche, en la calle Nueva
Finalizada la Eucaristía, comenzaba a salir el cortejo procesional, que finalmente se pudo realizar al completo. A las 9 de la noche, aproximadamente, salía la imagen de Ntra. Sra. del Carmen a la plaza de San Juan, y el Sr. Alcalde le cedía el báculo de Alcaldesa para que presidiera Ella la procesión. Los aplausos dieron por iniciada la procesión, la cual se desarrolló con solemnidad y recogimiento. La Virgen fue saludada con numerosas lluvias de pétalos de flores, y la calle Nueva le dio la bienvenida a la "Señora de la Villa" con fuegos artificiales y una gran petalada de rosas. Ataviada con sus joyas, la Virgen lucía majestuosa en su trono, exornado con orquídeas moradas, tulipanes de tonos pasteles, y pequeñas orejas de burro blancas y rosadas. Además llevaba en uno de los fanales delanteros un crespón negro en señal de luto, por el fallecimiento de su camarera Doña Gloria Rodríguez Pérez. La asistencia a la procesión fue numerosa, tanto dentro como fuera de la cofradía. Cerca de las 11 de la noche, la Santísima Virgen retornaba a la plaza de San Juan. Allí se despidió de su Villa de La Orotava, mientras se le cantaba la Salve y se le ofrecían los fuegos artificiales, como colofón a una Festividad que continúa la tradición centenaria de la devoción mariana más importante de nuestro municipio.

Al son de la Salve Marinera, cuya melodía se pudo escuchar en el órgano del templo de San Juan, la Virgen discurría por el pasillo central, para regresar a su altar, en donde presidirá mañana día 17 de julio, la Solemne Celebración del XXIII Aniversario de su Coronación Canónica, finalizando así los Cultos en su honor, en este año 2011.

I. G. S.