domingo, 1 de abril de 2012

Una mañana de Domingo de Ramos, que ha lucido más que el sol.

Y eso que el sol ha brillado contundente sobre la Villa de La Orotava. Hoy se ha vivido una mañana de Domingo de Ramos, de esas que nos contaban nuestros mayores, con todas las calles llenas de gente con sus palmas y ramos de olivos, acompañando el solemne procesionar del Cristo Predicador, y el alegre cortejo del "Burrito".

Ya desde las 10 de la mañana los fieles empezaban a llegar a los aledaños de la plaza Franchy Alfaro, delante del Colegio de los Salesianos, esperando la salida del paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Los niños fueron sin duda los protagonistas, y con sus palmos en alto y los cánticos propios de este día, acompañados de sus padres y catequistas, anunciaron a la Villa que la Semana Santa había dado comienzo. Pasadas las once menos cuarto de la mañana salía el paso del Señor, tras la bendición de los palmos, y comenzaba su camino hacia la parroquia matriz de Ntra. Sra. de La Concepción.

Allí tuvo lugar la Celebración de la Eucaristía, animada por el coro de la parroquia, y una vez concluida la función solemne, comenzó la procesión. Faltaban minutos para la una de la tarde cuando la rica túnica de oro brillaba con los rayos del sol, y el Santísimo Cristo Predicador salía del templo matriz, acompañado de Santa María Magdalena. El paso del Señor estaba ornamentado con rosas rojas, lilium blancos y eucaliptos, mientras que el trono de la Magdalena se componía de un exorno floral de rosas rojas. El cortejo discurrió con gran solemnidad por todo el recorrido, hasta que hizo su entrada en la parroquia sobre las dos de la tarde.

Tras el descanso del mediodía, la Orotava retomará el Domingo de Ramos con la mirada puesta en el Monte de los Olivos. San Francisco se convierte en el Getsemaní del Señor, para orar ante el Santísimo Cristo del Huerto, que recorrerá esta tarde-noche, las calles del casco histórico de La Orotava.

I. G. S.