jueves, 12 de julio de 2012

En tu mirada se para el reloj estremecido...

En tu mirada se para
el reloj estremecido.
Año tras año perdido
y ni una arruga en tu cara.
Siempre más bella, más clara,
cubriendo, pía, tu pelo.
Crono en ti paró su vuelo
-¡gracia, como tú, exquisita!-
para no verte marchita
radiante Flor del Carmelo.


Eduardo Duque, 2012