jueves, 4 de octubre de 2012

A San Francisco de La Orotava

¡Cuántas palomas aspiran
a posarse ante ti cuando,
tus dulces ojos mirando,
sienten que también las miran!
Mientras, tus hijos suspiran

ante toda culpa mudos.
¡Quién sus pecados desnudos
tornara en el vasto cielo
por un hábito canelo
ceñido con sus tres nudos!

Eduardo Duque, 2011